Estados Unidos tiene graves problemas societales. A pesar de la santa democracy, del desarrollo económico, los avances tecnológicos y un largo etcétera, parece ser que la raíz de gran parte de sus tinieblas se basa en una mentalidad pacata y zafia que desdeña la seguridad de sus ciudadanos. La masacre de la localidad de Newtown, en Connecticut, nos invita a reflexionar sobre este grave asunto. No hace falta irse muy lejos —al espacio, pongamos por caso— para observar el problema de forma clara y objetiva.